El número de la población en la informalidad corre el riesgo de llegar a niveles superiores a los previstos por la crisis de Covid-19, advierten especialistas.
Expertos consultados por EL UNIVERSAL consideran que el presupuesto de egresos del próximo año debe atender esta problemática, pues son personas vulnerables al virus y a los efectos negativos de la recesión.
Los empleados informales son los más sensibles ante la emergencia sanitaria y la desaceleración económica, ya que no cuentan con seguridad social y sus ingresos son menores que los de empleos formales, destaca el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en sus recomendaciones para el proceso presupuestario de 2021.
Las medidas implementadas por el gobierno deben responder a las necesidades de los mexicanos, particularmente de aquellos en mayor vulnerabilidad, ya que la crisis puede provocar el crecimiento del mercado laboral informal, llevándolo a ser mayor al previo a esta crisis, agregaron especialistas del consejo.
Luego de la reapertura de la economía, el empleo informal se recupera más rápido que el formal, para llegar a 27.3 millones de trabajadores, al pasar de 47.7%, en abril, a 54.9% en julio, de la población ocupada.
Especialistas calculan que se sumarán a la informalidad más de 3.7 millones de personas, superando los 31 millones que existían antes de la pandemia.
En promedio, el ingreso de trabajadores formales duplica el de empleados informales, 9 mil 163 pesos contra 4 mil 507 pesos, indican datos del INEGI.
A julio de 2020 había 29.7 millones de trabajadores sin acceso a servicios de salud, 2.4 millones más que carecen de los servicios en plena crisis sanitaria.
Grave enfermedad
“Con la informalidad no hay seguridad laboral, prestaciones, atención médica, fondo de pensiones, no hay nada. Hay subempleo y salarios precarios”, afirma Mónica Flores, presidenta de ManpowerGroup Latinoamérica, firma global especializada en subcontratación.
“Entre menos apoyos se den a la generación de empleo formal, entre menos incentivos se tengan para la inversión, desde confianza hasta apoyos fiscales, más gente tendrá que moverse por necesidad a la economía informal”, agregó la directiva.
El repunte del empleo informal se debe en parte a que los sectores más intensivos en mano de obra están limitados a operar de 30% a 35% de su capacidad, como el turismo, hospedaje, restaurantes y bares, explica Raymundo Tenorio, profesor del Tecnológico de Monterrey.
Clase media endeble
El Coneval prevé que 10 millones que no estaban en condición de pobreza, se pueden incorporar a ese sector.
El consejo alerta que personas de la clase media pasarán a ser pobres por sumarse a la informalidad, por no tener un ingreso formal que le dé los mínimos de bienestar, opina el académico.
“Vamos a acabar con una tasa de informalidad mayor que la de los últimos años, cuando la lucha ha sido por reducir este problema”, dice Elías Micha, director de Talentia MX.
“Se vienen perdiendo plazas formales y eso es muy doloroso, porque el tema de la seguridad social está presente ahora más que nunca”, agrega.
Enfrentar el problema de la informalidad en estos momentos es muy difícil, porque es un obstáculo de muchos años de no haber tomado las medidas necesarias, comenta Mónica Flores.
Para Raymundo Tenorio, es necesario un programa contracíclico para enfrentar la recesión, no basta con la inercia del T-MEC, y si la estrechez del presupuesto limita el gasto, pues que se abra camino a la iniciativa privada a través de incentivos.
Fuente: El Universal
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